Con Aristóteles se conjugan tres hechos ciertamente curiosos: tuvo un maestro muy célebre, él mismo es también conocidísimo y finalmente él también enseñó a un discípulo que no le fue a la zaga en popularidad, aunque en otro ámbito.
Nació en Macedonia, un reino un poco marginal en la historia clásica (Atenas y Esparta lo petaban) pero que en la época de Aristóteles empezaba a destacar. Su padre era el médico personal del rey, pero él no quería especializarse. Así que se fue a Atenas, a la escuela más prestigiosa en ese momento, que era la Academia de Platón, donde estuvo 20 años(¡a ver quién es el guapo que ahora aguanta tanto en la universidad…digo estudiando, no en la cantina jugando a las cartas!)
Después de sacarse el grado, posgrado, la especialización y el doctorado, volvió a Macedonia, donde se encargó de la educación del hijo del rey Filipo, un muchacho llamado Alejandro,. Fue un periodo corto, porque Alejandro era de culo inquieto y empezó a labrarse el sobrenombre de «Magno» con sus conquistas, sobre todo por oriente (llegó a proclamarse faraón de Egipto el figura).
Así que volvió a Atenas a hacerle la competencia al maestro Platón, con el que mantenía diferencias intelectuales ( Aristóteles decía que era amigo de Platón, pero que era más amigo de la verdad). De esta manera desarrolló su propio pensamiento en una escuela que fundó llamada Liceo. Eran famosas sus clases pues normalmente paseaba con los alumnos mientras les daba clase (en plan excursión).
Pero el ambiente en Atenas estaba caldeado, ya que el reino de Macedonia estaba en guerra con la ciudad, y Aristóteles empezaba a ser sospechoso por su origen (era extranjero macedonio), por lo que tuvo que coger las de Villadiego y empezar una vida errante casi hasta su muerte. La tradición recoge que en el momento de su partida dijo que no iba a permitir que Atenas pecara por segunda vez contra la filosofía (la primera fue con la condena a Sócrates).
¿Qué podemos decir de la obra de Aristóteles? Pues que es famoso por sus escritos filosóficos y políticos, pero dedicó muchas páginas a hablar de biología y comportamiento de los animales (otra de mis aficiones), demostrando grandes dotes de observación (cualquiera hubiera incluido a los delfines como peces pero él los clasificó correctamente como mamíferos). Su influencia alcanza el apogeo en la Edad Media, como bien ilustra una de mis películas favoritas: El Nombre de la Rosa.
Es buenisimo, cada post nos das a conocer los clásicos de una manera divertida y amena, fantastico
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¡Muchas gracias por los post! Me divertido mucho 😉
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